La fiebre de los ETF: primera parte

En los últimos meses se ha comentado mucho en los medios financieros acerca de que los reguladores de la industria financiera estadounidense han recibido varias solicitudes para autorizar la operación de ETF que custodien Bitcoin real. Parece broma esa frase, pero ahora entramos en materia para explicar qué quiere decir.

¿Qué son los ETF?

Su abreviatura significa Exchange Trade Fund, y hoy en día es uno de los instrumentos financieros más populares ya que son una herramienta muy sencilla y eficaz para lograr una adecuada diversificación dentro de un portafolio de inversiones. Pero antes de entrar en la explicación de la solución platiquemos del problema.

En los últimos años, muchas de las personas que logran generar excedentes para ahorrar, como suponemos son todos nuestros lectores, han descubierto que los instrumentos tradicionales de ahorro como los pagarés bancarios y los seguros de vida dotales ofrecen rendimientos por debajo de la inflación. Es decir, son una garantía de perder poder adquisitivo. Así que han volteado al mercado accionario para invertir sus ahorros con rendimientos más altos.

El problema es que invertir en acciones, aun cuando alcances el nivel de cultura financiera que se necesita para entender que una caída en el precio de un valor no significa que hayas perdido dinero, no es cosa sencilla. Armar un portafolio de acciones y manejarlo puede llevar mucho tiempo. Y requiere de un capital que podría estar fuera del alcance de muchos pequeños inversionistas. Así que la industria financiera creó los fondos de inversión. Primero, desde hace un siglo, los fondos mutuos o sociedades de inversión y en los 90 del siglo pasado los ETF.

La idea alrededor de los fondos mutuos es que un grupo de especialistas, dedicado de tiempo completo a analizar los mercados financieros, puede obtener rendimientos más atractivos que “los amateurs” en forma consistente. Así que una empresa que se dedica a la administración de fondos comercializa un producto para reunir el dinero de muchos inversionistas y se los entrega a sus expertos para que lo manejen en una forma activa, es decir, tomando decisiones sobre cuándo comprar y vender los activos en los que les este permitido según las reglas que se les dieron.

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