Al momento de escribir estas líneas, en la mañana del lunes 9 de octubre de 2023, los medios de comunicación están dedicados a tratar sobre el ataque del grupo terrorista Hamas a Israel. Esta crisis nos da una oportunidad de reflexionar sobre las dificultades que conlleva ser inversionista y algunas de las lecciones más importantes a tener presentes.
La ceguera de los especialistas
Cuando se presentan situaciones similares a esta es muy común escuchar a clientes que quisieran que sus asesores “expertos” les hubieran informado con anticipación para poder vender y evitar pérdidas. Pero eso es materialmente imposible. Ninguna persona, por conocedora que sea de la situación geopolítica o económica, puede prever eventos de este tipo.
La diferencia entre riesgo e incertidumbre
Puede sonar un tanto técnico, pero por favor sigan conmigo un momento. En la naturaleza ocurren muchos eventos cuyo resultado preciso es desconocido pero que sabemos que se apegan a lo que se llama una distribución de probabilidad. Es decir, con suficientes datos se puede tener información muy precisa sobre el resultado futuro de esos eventos. Por ejemplo, sabemos que en un cierto año, de cada 1,000 personas de 40 años de edad dos no cumplirán 41, o que de cada 10,000 personas 15 serán diagnosticadas con alguna forma de tumor maligno.
En cambio, los eventos políticos son inciertos. En condiciones de incertidumbre no hay una distribución de probabilidad que se pueda observar. En general, los eventos que se derivan de decisiones subjetivas de seres humanos son extremadamente difíciles de modelar. Razón por la cual nadie puede predecir cosas como el ataque de Hamas a Israel. O muchas de las decisiones de política pública que acaba por tomar cualquier gobierno.