Hay de cartas a cartas. Segunda parte

El lunes pasado platicamos sobre una carta que el ISDA le envío el 5 de marzo a la Fed y a la FDIC y que bien puede ser uno de los hechos más importantes de la década en materia financiera. Si quieres entender qué son tantas abreviaturas y conocer el contexto de lo que vamos a platicar hoy, visita la primera entrega de esta serie.

Como les platicaba en la última entrega, los CDS estuvieron a un pelo de quebrar el sistema bancario internacional. Precisamente para evitar que eso pasara fue que se creó el ISDA. Como es evidente, los resultados no hablaron muy bien del trabajo de esta organización, pero siempre les queda el argumentar que ellos solo proponen ideas. Al final, las instituciones que aprueban y aplican la regulación son los bancos centrales y los organismos reguladores del sistema bancario en cada país y el Banco de Pagos Internacionales (BIS por sus siglas en inglés), el cual por cierto está encabezado por un viejo conocido de muchos economistas mexicanos, Agustín Carstens.

Esto podría ser una magnífica coartada para explicar por qué las recomendaciones de ISDA no han funcionado. Pero vayamos un poco más a fondo.

¿Quién está realmente atrás de ISDA?

Si llegaste a la conclusión de que solo hay un grupo de personas con suficiente conocimiento del entretejido del mundo financiero para llevar una organización como el ISDA y piensas que esas personas son los banqueros internacionales, ¡felicidades!, estás en lo correcto.

La junta directiva, el comité directivo, la dirección general y la administración ejecutiva está conformada por personas que también laboran en bancos como Société Générale y Crédit Agricole (Francia), Blackrock, JP Morgan y Morgan Stanley (Estados Unidos), RBC Capital Markets (Canadá), Mizuho Securities (Japón) y Standard Charter (Reino Unido).

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