¿Para qué sirve hace campanas? | Segunda parte

El miércoles pasado platicamos de las herramientas que existen para comparar dos inversiones y conocer cuál paga el mejor rendimiento ajustado por su nivel de riesgo.

En cierto sentido, el que platiquemos de esto es un poco deprimente. La mayoría de la gente estaría más contenta si simplemente pudiera guardar sus ahorros en una cuenta en el banco de su preferencia sabiendo que cuando los necesiten podrán comprar lo mismo que hoy o incluso un poco más. Pero la vida en nuestros tiempos no es así. Nuestro dinero ahorrado y nuestro trabajo cada vez compran menos, así que todos tenemos que meternos a ser inversionistas.

Después de superar la ansiedad natural que viene con darse cuenta de esta realidad, es muy razonable preguntarse: ¿Cómo distribuyo mis ahorros entre las diferentes alternativas que están disponibles?

Desde luego, hay mucha gente que simplemente le tiene fe a sus asesores, pero muchas veces los propios asesores necesitan algún apoyo cuantitativo para ayudar mejor a sus clientes. Así que vayamos a la pregunta que quedó por responder el miércoles pasado. Si no leíste la primera parte puedes hacerlo aquí.

¿Qué inversión tiene un mejor Rendimiento ajustado por Rendimiento A o B?

Para responder a esta pregunta los especialistas que llevan los grandes fondos de inversiones utilizan varias herramientas. De estas, una de las favoritas es la Razón Sharpe o Sharp Ratio como se le conoce en inglés.

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