Hoy continuamos con nuestra plática sobre lo que debe hacer un ahorrador, especialmente latinoamericano, que esté interesado en invertir sus ahorros en acciones de empresas que le paguen dividendos. (En contraste con la costumbre casi generalizada de comprar un bien inmueble para rentarlo).
Error 3. Excesiva concentración en empresas de Estados Unidos
Es indudable que muchas de las mejores empresas pagadoras de dividendos son estadounidenses. Esta es una práctica tan arraigada en los mercados financieros de ese país que hay muchas empresas que ostentan historias impecables de dar incrementos cada año, desde hace décadas, en los repartos de utilidad que hacen a sus accionistas.
La práctica del pago de dividendos también es común fuera de los mercados de Estados Unidos, pero con frecuencia se encuentran empresas que pagan dividendos más altos que el promedio en el mercado estadounidense para reducirlos o eliminarlos al siguiente año. En cambio, para las empresas que cotizan en Nueva York se juegan su reputación si deciden recortar el pago de dividendos.
Otro elemento para considerar es que los dividendos pagados en una moneda diferente al dólar pueden perder valor si la moneda en la que se pagan se deprecia contra el dólar estadounidense. Lo cual no tiene mucho sentido ya que la gran mayoría de los ahorradores que invierten fuera de su país generalmente lo hacen para proteger su patrimonio de la devaluación de su moneda local contra el dólar.
Sin embargo, es una sana práctica agregar empresas de otros países a un portafolio bien diversificado de acciones. La principal razón para esto es que el mercado de valores de Estados Unidos tiende a sobrevaluarse, precisamente por ser tan atractivo, y esa sobrevaluación resulta en periodos de rendimientos comparativamente menores contra las otras grandes regiones del mundo.