Hoy terminaremos la serie dedicada a revisar lo que ha pasado esta década dentro de la economía de Estados Unidos. Aquí pueden revisar la primera y segunda parte.
Al final de esta historia vamos a plantearnos otra pregunta muy interesante: ¿por qué la economía de Estados Unidos parece atorada en la historia de la recesión que no llega pero tampoco empieza un nuevo periodo de expansión? Al menos como tradicionalmente habían sido los periodos de expansión.
Pero antes de llegar a esa pregunta necesitamos platicar más sobre la forma en que la liquidez (otra vez, léase la disponibilidad de crédito bancario) se transmite a la economía real y a los mercados financieros.
Un razonamiento común
Muchos inversionistas asumen que la actividad económica determina los precios en los mercados de valores. Por lo que es muy común un razonamiento del tipo: la economía está creciendo sostenidamente, por eso hay que comprar acciones.
Y en cierta medida así es. O al menos así fue por mucho tiempo. Sin embargo, en las últimas décadas ha tomado cada vez más el efecto contrario: los precios de las acciones determinan el desempeño económico. Los cuales tienden a estar muy correlacionados con la liquidez disponible. ¿Pero, por qué pasa esto?