Hoy vamos a platicar de la relación entre el incremento general de precios en los bienes y servicios que consumimos, a lo que llamamos inflación, y las tasas de interés ya que necesitamos tener esa base para tratar de explicar el misterio del alto déficit público con bajo desempleo que podemos observar actualmente en la economía de EU.
Una de las cosas más curiosas de la inflación es que los políticos, del país que sea, siempre van a encontrar un culpable a modo para explicarla. Cuando en realidad, la causa suele ser bastante sencilla. Un incremento en la cantidad de dinero en circulación mayor a lo que se incrementa la producción de bienes y servicios.
¿De dónde sale ese incremento, extraordinario, en la cantidad de dinero disponible?
Por lo común, de dos causas. La primera es un intenso crecimiento del crédito bancario, lo cual suele relacionarse con un fenómeno demográfico. En EU, la década de los 70 es un claro ejemplo de este tipo de inflación. Los Boomers (sí los mismos que salvaron la situación en los 90) llegaron a los 25 años de vida y comenzaron sus vidas independientes. Lo que significó un alud de créditos hipotecarios y automotrices.
La segunda es la creación masiva de crédito para financiar el déficit del gobierno. (Esto es lo que mucha gente llama echar a andar la maquinita de hacer billetes como ocurrió en la Alemania de 1914 a 1923. Tema que platicamos en un Daily anterior. Aunque en el mundo actual la mecánica es diferente).
Esos grandes déficits públicos suelen estar ligados a conflictos o catástrofes. La Primera y Segunda Guerras Mundiales, así como la pandemia de Covid-19, son ejemplos muy claros de este tipo de inflación que no está ligada a la creación de crédito bancario. Sin embargo, actualmente los grandes déficits fiscales también pueden derivarse de causas demográficas, por ejemplo, cuando una parte importante de la población llega a la edad de retiro. O a creencias sociales, como ocurre cuando una buena parte de la población asume como deseable que el Estado, aunque quieren decir el gobierno, se haga responsable de satisfacer necesidades personales como educación o salud.