¡Estaba de cabeza! | Tercera parte

Esta semana hemos platicado de un fenómeno económico que ha tenido entretenidos a los expertos en economía durante las últimas semanas: la desinversión de la curva de tasas de interés que pagan los bonos del gobierno de Estados Unidos, que típicamente precede al inicio de una recesión económica en ese país y la consecuente tormenta financiera en América Latina.

Para entender todo este parloteo de curvas derechas y volteadas puedes consultar la primera y segunda parte de esta serie.

La curva se endereza

El miércoles platicamos de las razones por las cuales las personas pueden hacer algo que a primera vista parece tan irracional como estar dispuestas a recibir un premio o tasa de interés menor por prestarle al gobierno estadounidense a muchos años.

¿Pero entonces por qué la curva de tasas de interés vuelve a su pendiente normal y cuál es la razón por la que este ajuste es típicamente la antesala de una recesión económica? Todo el proceso es un juego de expectativas.

Como ya dijimos, al aparecer las primeras señales de problemas económicos (malos números de ventas de casas, de automóviles o en las épocas que son muy buenas para el comercio como los días previos a Navidad) los compradores de bonos empiezan a tratar de amarrar tasas altas de largo plazo, porque saben que la Fed tarde o temprano empezará a bajar las tasas de interés.

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