En camino a la predominancia fiscal: tercera parte

Un lector se comunicó conmigo, cosa que agradezco enormemente, para decirme que en su opinión es incorrecta la tesis que he expuesto en los Dailys dedicados a platicar sobre el fenómeno de la predominancia fiscal en los Estados Unidos. En su mensaje me escribe que “es una asunción casi olímpica decir que la inflación es un producto del crecimiento en la oferta de dinero…. Hay toda una literatura, por ejemplo, por desarrollistas, que señalan que es multifactorial”.

Esto es muy interesante porque es un claro ejemplo de que la inflación, aunque es un fenómeno económico que afecta a toda persona que no viva desnuda en una cueva, es generalmente poco entendida. Y resulta que probablemente sea lo más importante que necesita entender aquel que quiere hacerse de un patrimonio o conservarlo.

El misterio del déficit público

Les recuerdo que el objetivo de la serie titulada Hacia la Preponderancia Fiscal es resolver el misterio de por qué Estados Unidos tienen en este momento un déficit público que históricamente solo se ha presentado con niveles de desempleo también muy altos, cuando en este momento hay muy pocos desempleados en Estados Unidos. Sigamos con este misterio y de paso seguiremos en este esfuerzo de entender mejor esto que llamamos inflación.

Es generalmente reconocido que un alto nivel de inflación, por encima del 2% por año es indeseable así que una de las motivaciones para la creación de los bancos centrales es combatirla. De hecho, en muchos países, México por ejemplo, el mandato del banco central es precisamente mantener una inflación controlada. Esto es un poco distinto en Estados Unidos, en donde la Fed tiene el doble mandato de controlar el incremento de precios y además procurar el pleno empleo. Pero al final, está claro que es una de las funciones principales de un banco central. (En futuros Dailys platicaremos mucho de los bancos centrales y de esta idea de que la economía se administra desde una sala de juntas).

Para cumplir con esa función, los bancos centrales tienen varias herramientas con las que ejercen lo que se conoce como política monetaria. La más importante es el control de las tasas de interés que los bancos se cobran entre ellos. Tema del que platicamos con más detalle en este artículo.

Este artículo sólo está disponible para miembros.