El lunes pasado platicamos sobre la forma en que muchos negocios se pueden encontrar con condiciones completamente disparejas al tratar de competir con empresas muy bien conectadas dentro del gobierno. Veamos algunos ejemplos muy interesantes.
El desarrollo de las criptomonedas ha llevado a la aparición de muchísimas empresas que buscan capitalizar esta nueva tecnología. Sin embargo, no lo tienen sencillo. Los mercados financieros están entre los más regulados del mundo. Y sin acceso a los intermediarios de pagos tradicionales es imposible tener un negocio.
Vamos a conocer a alguien que ha logrado abrirse camino por el laberinto regulatorio y se ha anotado el premio mayor de ser la empresa de tecnología financiera en el centro del lanzamiento de los ETF de bitcoin en enero de este año.
Si no conoces mucho los Exchange Traded Funds en general o sobre el ETF de Bitcoin puedes visitar nuestros artículos al respecto.
La compañía que con el tiempo se convertiría en Paxos comenzó en 2010 como una granja de minería de bitcoin. Su fundador fue un tal Charles Cascarilla quien había hecho su carrera laboral en Goldman Sachs (un banco estadounidense que es considerado el más influyente del mundo).
La empresa, originalmente llamada itBit, buscó desde el 2013 establecer una fiduciaria en el estado de Nueva York. Esto es un reto prácticamente imposible en Nueva York, que puede decirse que aloja a la capital financiera del mundo y tiene uno de los ambientes regulatorios más complejos del planeta.