En estos últimos meses, la historia dominante en los mercados financieros se llama inteligencia artificial (AI, por sus siglas en inglés). Esto se ha visto claramente reflejado en el incremento exponencial que han tenido las acciones de NVIDIA, Google, Microsoft, y de todas aquellas empresas asociadas a esta tecnología.
Como en todas las grandes burbujas, en los mercados financieros también aparecen las voces que predicen una explosión de la burbuja muy similar a la que ocurrió en el año 2000, cuando la narrativa popular era que no había posibilidad de perder si se invertía en algo relacionado con internet.
El día de hoy, trataremos de diseccionar una parte de lo que ocurre con el desarrollo de esta tecnología para que todos podamos comprender un poco más por qué los precios de las acciones de ciertas empresas incrementan de la manera en que lo hacen.
Los tres componentes de la inteligencia artificial general
El santo grial de la AI es alcanzar algo que se conoce como inteligencia artificial general (AGI, nuevamente por sus siglas en inglés). Los seres humanos estamos precisamente dotados de esta AGI, por eso podemos conducir un automóvil, resolver un problema de matemáticas y componer una canción.
Para llegar a ella, las empresas dedicadas a la AI necesitan tres componentes: