Superpeso en peligro | Tercera parte

Esta serie de artículos la hemos dedicado a poner los antecedentes necesarios para explicar la peculiar relación que existe entre los mercados de divisas en Tokio, Nueva York y Ciudad de México. En la primera y segunda parte les conté cómo el Banco de Japón (BoJ, por sus siglas en inglés), que actúa como banco central de ese país, y su gobierno, se las ingeniaron para meterse a un callejón sin salida. Pueden consultar aquí el primer y segundo capítulo.

Nuestros villanos favoritos

Ahora crucemos medio mundo y vayamos a Washington DC con nuestros dos villanos preferidos, Janet Yellen, la secretaria del Tesoro, y Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal.

Como ya hemos platicado en otros Dailys, en 2022, don Jerome cayó en cuenta de que la extraordinaria expansión monetaria que había desatado durante la pandemia por el Covid-19 no iba a salir gratis, y la inflación estaba disparando los precios en Estados Unidos.

En respuesta al brote inflacionario, la Fed inició la más agresiva alza de tasas de interés en su historia, lo cual convirtió al carry trade entre el yen y el dólar estadounidense en una inversión mágica.

Al ampliarse radicalmente el diferencial de tasas de interés entre el gobierno estadounidense y el gobierno japonés, el "negocito" atrajo a muchos más inversionistas gigantes a pedir prestado en yenes, cambiarlos a dólares e invertirlos en el extranjero. No era necesario ser físico nuclear para saber lo que iba a pasar.

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